DIARIO OUROBOROS

Hoy publicamos nuestro diario de abordo o Diario Ouroboros que se remonta un año atrás y que introduce nuestro nuevo punto de partida al haber iniciado un camino en común. Un territorio y unas rutas que para nosotros hoy ya son una realidad que nos une y un proyecto de futuro compartido.
 





                               
Una vez afincados en Ses Salines se me ocurrió investigar un poco sobre el lugar, cogí la bicicleta y me adentre en la ruta ciclista de Es Perets. Esta zona de la isla de Mallorca siempre me ha recordado a la isla de Menorca, donde veraneaba de pequeño. Esa incursión en lo desconocido me provocó un estado de felicidad y libertad que creía no poder volver a experimentar. Me sentía como de niño, con la sensación que sentía al ir en bicicleta por el campo. Tras doce años de haber tenido que dejar la casa de Ciutadella todavía conservo la bicicleta que usaba por allí, tengo la suerte de haber conseguido protegerla de Barcelona, y al recorrer y descubrir los mismos olores con el sonido de mi bicicleta vieja no podía sentirme más feliz. Tuve una experiencia en la que empecé a notar el vínculo emocional necesario para formar parte de las cosas y los lugares, un sentimiento que siempre me ha costado mucho sentir al llegar a un sitio nuevo e incluso con el trato con la gente. Supongo que, a raíz de las perdidas que uno tiene en el transcurso de su vida, inconscientemente se genera una distancia de protección para evitar el apego, ya que el porvenir resulta impredecible o inevitable y cada vez es más difícil romper esa barrera.



Este paseo me hizo reflexionar sobre el movimiento que nos había supuesto hacer esta mudanza de record, en la que habíamos necesitado 60m3 de trailer para vaciar el piso de Barcelona, nº48 de carrer Pelai. Aquel paseo se convirtió en una alegoría de la vida, un camino, un camino dónde sólo uno puede avanzar decidiendo su ritmo y su recorrido, dejandose llevar por la inquietud de hacer nuevos descubrimientos. Un momento perfecto para repasar las experiencias vividas y recoger los frutos del pensamiento.



El camino, fue un recurso para la creación de nuestra primera videoinstalación, N340 Morente-Guernirak, y ahora podría ser una constante que tome especial relevancia en nuestra vida, ya que el estar en continuo movimiento y también el hecho de que recientemente nos hemos sacado el carnet de conducir nos permite ampliar nuestro margen de libertad y de movimiento, por los caminos y carreteras de este nuevo paisaje que ya se nos hace imprescindible. 





Imágen de la instalación N340 Morente Guern-irak, CCCB 2011. 
 
Este sentimiento me estimuló a poder tomar nuevos retos, la proximidad y las colaboraciones con el centro escultórico Palmyra, los workshops con James y la posibilidad de poder participar con Pilar Ribal en el casal Solleric, son cosas que tengo muy presentes para poder empezar a generar nuevos referentes. A pesar de estar licenciados en Bellas Artes, nuestro trabajo ha sido siempre desde el audiovisual, las artes digitales, la fotografía y la música, dejando de lado las artes plásticas. Para mí, cada cosa tiene su momento y su lugar, el vídeo es un medio que nos ha permitido jugar con multitud de elementos y nos ha dado la oportunidad de trabajar con variedad de mundos y de colaboradores, siendo la base de nuestro aprendizaje. El concepto de documental, o las bases del genero documental, también es una constante ya que en nuestro proceso de creación todo nace al partir de una realidad, intentar sintetizarla para transmitir la esencia, el espíritu, la filosofía de cada mundo; del arte, la música, el vino, el papel, la seda, la enseñanza... Por tanto, cualquier propósito que nos planteásemos construir a través de una propuesta plástica debería mantener una coherencia con lo que hemos estado creando hasta el momento.



Otra constante en nuestro trabajo es la complementación de los tres elementos que conforman el propio medio a través del que hemos trabajado. El vídeo es imagen en movimiento y un arte dónde es importantísimo el control del tiempo, se unen arte espacial y temporal para describir una idea, una dimensión o transmitir un mensaje en movimiento.


LA SAL

Hemos iniciado un nuevo camino mudándonos a Ses Salines, pueblo que toma nombre por las salinas de costa que hay a unos kilómetros, situada en la zona sur de la isla. Recientemente hemos descubierto, a través de un artículo en el diario de Mallorca sobre una asociación llamada La Sal, que resulta ser una de las más antiguas del mar Mediterráneo, donde en el s.IV a.C. los fenicios ya producían cada año toneladas de este 'oro blanco' tan valorado en la antigüedad.
No nos ha sido difícil dejarnos seducir por la idea de poder hacer cada día un nuevo pequeño descubrimiento. La inmersión que hemos podido experimentar en este nuevo mundo nos ha ayudado a poder observar y atender atentamente las señales del camino durante nuestros diarios paseos por el campo.

Un día, cerca de casa, junto a una 'marjada' había abandonada una pieza de metal oxidado, al cogerlo resultó ser un resto de una clásica Mobylette con las letras que la delataban. Ése fue el primer dispositivo, la primera señal que nos ha llamado la atención entre la maleza del abandono, donde se evidencia la realidad del lugar, su idiosincrasia, el movimiento y el paso del tiempo.

 
En ese momento la emoción del hallazgo se hizo evidente y de allí emanaron multitud de significados definiendo su identidad.
La Mobylette ha sido uno de los medios de transporte más comunes y más característicos en el campo y especialmente en esta zona de la isla, siendo hoy todavía parte del espectáculo cotidiano de donde sólo hay una pregunta a responder, ¿dónde vais, a Ses Salines? Si, allí a dónde aparentemente sólo hay campo, tierra, piedras, cactus, algún caballo, polvo, playas, sol y sal.




Imágenes escultóricas del movimiento



Tras semanas de mudanza y de construcción de nuestro espacio, la mente por defecto buscó la manera de encontrarle su lugar en la casa, pero resultó muy difícil negociar una pared con tanto cuadro, ya que resultó ser fácil de colgar, de un tamaño y formato cercanos a los de los cuadros y las fotografías que colgamos, pero finalmente quedo en un rincón de la terraza a la espera de poder recuperar la importancia del primer momento. Su imagen estaba presente en cada paseo y la ilusión volvía a brotar al recordar el momento del encuentro. Para mi, era una imagen escultórica del movimiento, un objeto encontrado que podía alzarse a una categoría artística por su belleza y por su carga de significado, ya que sugiere y evoca la identidad del lugar. Seguidamente los paseos fueron dando fruto y el inicio de un proceso de investigación que aglomera redes, estructuras y cadenas de conceptos que se encuentran tras la opaca y austera fuente de la vida eterna a la que nadie presta atención.



Ésta pieza de metal nos animó a profundizar en el conocimiento de la sal, las salinas y su significados. 
La sal, es uno de los bienes más preciados en la antigüedad por su utilidad práctica, ya que es la única roca mineral comestible por el hombre y es posiblemente el condimento más antiguo empleado por el ser humano, ya que permite la conservación de los alimentos, además de potenciar su sabor, llegando a ser una forma de moneda incluso el origen de la palabra 'salario' en la antigua Roma, pero también esta cargada de simbolismo y valores mágicos. 
La sal tiene mucha simbología tanto en el mundo mágico cómo en el religioso. Se usa tanto para sellar pactos como hasta para proteger en las supersticiones, por ejemplo poniendo en los bolsillos de los novios durante la ceremonia de la boda para evitar la impotencia sexual.


Los usos rituales que involucran la sal son muy comunes en muchas culturas, es cierto que la mayoría de los casos el uso de la sal está relacionado en estos rituales con la idea de "pureza" o de "desinfección" o de "barrera contra el mal". Su protagonismo a lo largo de la historia le ha conferido un carácter casi sagrado y cargado de simbolismo (la mujer de Lot se convirtió en "estatua de sal"). Por regla general los espíritus malignos de las diferentes culturas de la tierra "odian" la sal, en Japón se rocía con sal el escenario del teatro antes de comenzar la actuación para evitar las malas acciones de los espíritus. De la misma forma los judíos y los musulmanes creen que la sal les protege del ojo del diablo.


En ciertas culturas asiáticas como la japonesa se suele emplear la sal en los rituales de purificación de personas y de lugares, así se puede comprobar en la práctica del sintoísmo. Este detalle de purificación se puede ver en los practicantes del deporte de contacto denominado sumo, donde los contendientes emplean la sal como purificación y expulsión de los malos espíritus antes de la lucha. Muchas de las aplicaciones rituales pueden provenir de la alquimia donde tenía un símbolo especial: un círculo con un diámetro que lo recorría.


Nuestra llegada a Ses Salines ha sido un hecho derivado del azar y las casualidades, pero al investigar sobre la sal y las salinas descubrimos que no podía ser tan casual. Hemos ido a parar a un lugar inhóspito de la isla, pero lleno de magia que nos da protección y dónde su suelo, el mar y el sol ofrecen un mineral muy preciado que nos enriquece el espíritu. Un momento en el que decidimos dar un paso más hacia delante y nos casamos.


La sal es símbolo de perpetuidad. La sal sellaba un pacto para siempre. Por ejemplo los sacrificios y las ofrendas en el Antiguo Testamento siempre eran selladas con sal:

“Y sazonaras con sal toda ofrenda que presentes, y no harás que falte jamás de tu ofrenda la sal del pacto de Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.” Levítico 2:13. 


Investigando entorno a la sal y sus propiedades simbólicas también descubrimos su importancia en el mundo de la alquimia. El símbolo que la representa fue un descubrimiento ya que no lo conocíamos y tiene relación con nuestro propósito; movimiento, equilibrio y eternidad. Además resulta que las salinas de aquí tiene estructura circular. A continuación aparece más información al respecto, tal y como la encontramos en Internet.




Las tres bases alquímicas:





Hay dos sustancias opuestas, el Azufre y el Mercurio. La Sal o Arsénico es el término medio, un nexo de unión entre ellas. El Azufre (masculino, caliente, fijo, activo) es la forma y el Mercurio (femenino, frío, volátil, pasivo), la materia. La Sal es el movimiento.  


El símbolo del Mercurio también representa la fluidez, la unión de lo material y lo espiritual, el paso del metal al oro. El símbolo del Azufre representa la sequedad, la fuerza, el deseo de alcanzar un estado superior. El Azufre y el Mercurio van a estar estrechamente relacionados con la clasificación de los cuatro elementos. 


De izquierda a derecha: Azufre, Mercurio y Sal. 



El descubrimiento de esta trilogía nos ha llevado a entender la sal como un elemento unificador, un espacio de protección y un momento de unión entre azufre y mercurio, elementos y símbolos que definen casualmente nuestro carácter. A su vez, la sal entendida desde la alquimia como 'movimiento' resulta una sorpresa que une el concepto de 'imágenes escultóricas del movimiento' con la sal y con Ses Salines, lugar y paisaje donde se dan los hallazgos que se originan con nuestro movimiento e interacción, que procuramos que pertenezcan y recojan también el 'movimiento' que se da por la acción del hombre y a través de los cuales se evidencie el 'espíritu' que han cobrado por su uso, abandono y el paso del tiempo, Baraka


                                 


Perpetuar el momento presente y unir el pasado con el futuro es gracias a la sal, que nos ha dado movimiento y que nos acoge y protege en la lucha eterna, un Diario Ouroboros donde la materia, el movimiento y el tiempo parecen haber existido y existir para siempre.

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